Cáncer que se forma en los tejidos de la laringe (parte de la garganta que contiene las cuerdas vocales y que se usa para respirar y hablar). Las formas más comunes de cáncer de laringe reciben nombres que dependen del tipo de célula del que se derivan. Para poder indicar el tratamiento más adecuado para el cáncer de laringe, es importante "clasificar" el tumor, es decir, determinar en qué fase se encuentra. En función de estos aspectos, el cáncer de laringe se agrupa en las siguientes etapas o estadios:
Elección del Tratamiento
Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de cáncer de laringe y se han realizado las pruebas necesarias para conocer en qué fase está la enfermedad, se debe determinar cuál es el tratamiento más apropiado. El especialista le recomendará y explicará las posibilidades de tratamiento más adecuadas en su caso, para que una vez que haya recibido la suficiente información pueda, junto con su médico tomar una decisión. El tratamiento del cáncer de laringe, como ocurre en la mayoría de los tumores, es un tratamiento multidisciplinar. Distintas especialidades trabajan juntas para combinar terapias y ofrecer al paciente las mayores posibilidades de curación. El plan de tratamiento del cáncer de laringe se basa en una serie de normas y pautas (protocolo), establecidas por cada hospital basándose en la experiencia clínica. Estos protocolos, que se emplean de forma generalizada en todos los hospitales, recogen las indicaciones o limitaciones de tratamiento en función de una serie de factores:
Probablemente, el médico también tendrá en cuenta, si además del cáncer de laringe, existen otras enfermedades importantes que puedan dificultar la realización de algún tratamiento específico. Por tanto el tratamiento propuesto por el especialista no va a ser el mismo en todos los pacientes.
Los tratamientos más frecuentemente empleados en el cáncer de laringe son, fundamentalmente, la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
En los siguientes apartados se describen cada una de ellos tratando de explicar en qué consisten, qué efectos adversos producen y cuáles son las recomendaciones para minimizar dichos efectos.
Cáncer de la laringe en estadio I
El tratamiento del cáncer de la laringe en estadio I depende de la ubicación del cáncer en la laringe. Si el cáncer está en la supraglotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Si el cáncer está en la glotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Si el cáncer está en la subglotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Cáncer de la laringe en estadio II
El tratamiento para el cáncer de la laringe en estadio II depende de la ubicación del cáncer en la laringe. Si el cáncer está en la supraglotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Si el cáncer está en la glotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Si el cáncer está en la subglotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Cáncer de la laringe en estadio III
El tratamiento para el cáncer de la laringe en estadio III depende de la ubicación del cáncer en la laringe. Si el cáncer está en la supraglotis o glotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Si el cáncer está en la subglotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Cáncer de la laringe en estadio IV
El tratamiento para el cáncer de la laringe en estadio IV depende de la ubicación del cáncer en la laringe. Si el cáncer está en la supraglotis o la glotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Si el cáncer está en la subglotis, el tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
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Opciones de tratamiento para el cáncer de la laringe recidivante El tratamiento para el cáncer de la laringe recidivante puede incluir los siguientes procedimientos:
Quimioterapia
En el cáncer de laringe, la quimioterapia se aplica, generalmente, asociada a la radioterapia para potenciar el efecto de esta última sobre el tumor. Al administrar ambos tratamientos, es frecuente que aumenten los efectos secundarios. Puede administrarse antes de la cirugía o radioterapia, para disminuir el tamaño del tumor y facilitar el tratamiento local o después de la cirugía o radioterapia para prevenir la reaparición de la enfermedad.
Unida a la Radioterapia, se emplea en ocasiones para evitar realizar una laringectomía.
Cirugía
El tipo de cirugía que se puede aplicar en el cáncer de laringe varía en función del tamaño, de la localización y de la extensión de la enfermedad a ganglios y/o órganos vecinos. La cirugía a nivel de laringe es una intervención quirúrgica mayor, por lo que es necesario un ingreso hospitalario durante un tiempo que puede variar de un enfermo a otro, pero por lo general suele oscilar entre una y dos semanas. Asimismo, es necesaria anestesia, que siempre será de tipo general. Aunque es posible que se tenga que realizar la extirpación de la laringe (laringectomía), en la actualidad se realizan con más frecuencia cirugías conservadoras para preservar la voz.
En los cánceres de glotis, no se afectan los ganglios por lo que no es preciso realizar este tipo de cirugía.
Radioterapia La radioterapia es el empleo de radiaciones ionizantes para el tratamiento, local o locorregional, de determinados tumores que emplea rayos X con altas dosis de irradiación. Su objetivo es destruir las células tumorales causando el menor daño posible a los tejidos sanos que rodean dicho tumor. En la mayoría de los tumores, la radioterapia que se aplica es externa. Para ello se emplean máquinas de gran tamaño que, en ningún momento contactan con el enfermo. La radioterapia se puede emplear como tratamiento único o en combinación. Se puede administrar antes de la intervención para disminuir su tamaño y facilitar la cirugía, o después de la misma, para consolidar el tratamiento. Asimismo, se puede administrar con la quimioterapia para potenciar sus efectos (quimioirradiación). El tratamiento con radioterapia siempre es individualizado, es decir, cada enfermo tendrá su tratamiento específico y distinto al de otro paciente, dependiendo de la localización y extensión de la enfermedad. Según la finalidad con que se emplee, la radioterapia puede ser curativa o paliativa. Dependiendo de la localización, y sobre todo de la fase en la que se encuentre la enfermedad, puede ser un tratamiento con finalidad curativa, sobre todo en etapas iniciales. Suele dar buenos resultados para los cánceres localizados en la glotis.
Salvo para los tumores de glotis, suele ser necesario casi siempre que el tratamiento comprenda todo el cuello.
Planificación del tratamiento con RT: Durante todo el tratamiento, el paciente ha de permanecer inmóvil y mantener la misma postura. Es frecuente, que próximo a la zona del tumor se encuentren determinadas estructuras importantes como la medula espinal, las glándulas parótidas, la cavidad oral, la orofaringe, la traquea, el esófago, entre otros. Para administrar la radiación con una precisión elevada y evitar que los tejidos sanos que rodean al tumor reciban más dosis de la tolerada, se utilizan sistemas de inmovilización muy precisos para que permitan la administración de la radiación con gran exactitud. Habitualmente, para realizar el cálculo de la dosis que va a recibir tanto el tumor como los tejidos sanos de alrededor del mismo, es necesario realizar una tomografía de localización, cuyas imágenes se introducen en la computadora, donde se determina el volumen de tratamiento. Antes de la realización de la tomografía se determina el sistema de inmovilización más adecuado para cada paciente según la técnica que se vaya a aplicar. Los más empleados son una máscara de material termoplástico que se adapta al contorno del paciente. Una vez realizada la planificación, estos sistemas de fijación permiten su reproducción diaria en la sala de tratamiento. ¿Dónde se realiza el tratamiento con radioterapia?
¿Por qué es necesario acudir todos los días? Si se administrara toda la dosis de radiación en una única sesión se producirían daños muy serios en los tejidos. Para minimizar estos efectos secundarios, la dosis total de radiación se fracciona, repartiéndose en un número determinado de sesiones y días. El fraccionamiento estándar consiste en administrar una sesión al día durante cinco días a la semana descansando dos, generalmente sábados y domingos. Para su administración no es necesario estar ingresado, puede acudir al hospital para el tratamiento y una vez finalizado volver a su casa.
¿Cuánto dura el tratamiento? Diariamente, cada sesión dura sólo unos minutos (quince aproximadamente). El tiempo real de irradiación dura unos segundos. Una vez finalizado el tratamiento diario, puede estar en contacto con otras personas, ya que no emite ningún tipo de radiactividad. Sus relaciones sociales, laborales y familiares no tienen por qué verse afectadas mientras dure el tratamiento. Efectos secundarios: La radioterapia, al mismo tiempo que elimina células enfermas, puede afectar a los tejidos sanos cercanos al área de tratamiento y como consecuencia aparecen efectos secundarios en la zona que ha recibido el tratamiento. Estos efectos son difíciles de prever con exactitud, ya que dependen de múltiples factores como la zona del organismo donde se realiza el tratamiento, la dosis, el fraccionamiento y la susceptibilidad individual de cada persona. En algunos casos se producen efectos mínimos, mientras que en otros son más serios y es necesario administrar tratamiento médico para su control. |