Cáncer que se forma en la glándula tiroidea (un órgano ubicado en la base de la garganta que produce hormonas que ayudan a controlar la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura del cuerpo y el peso). Los cuatro tipos más importantes de cáncer de tiroides son el papilar, el folicular, el medular y el anaplásico. Los cuatro tipos se determinan de acuerdo con el aspecto de las células bajo un microscopio.
Hay cuatro tipos diferentes de cáncer de tiroides, los cuales presentan un comportamiento muy diferente.
Elección del Tratamiento
Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de cáncer de tiroides, y se han realizado las pruebas necesarias para conocer en qué fase está la enfermedad, se debe determinar cuál es el tratamiento más adecuado para curarla. El especialista recomendará y explicará las posibilidades de tratamiento más óptimas en cada caso, para que el paciente con toda la información pueda junto con el médico tomar una decisión.
Estos protocolos, que se emplean de forma generalizada en todos los hospitales, recogen las indicaciones o limitaciones del tratamiento en función de los siguientes factores:
Cáncer de tiroides papilar y folicular en estadio I y II El tratamiento del cáncer de tiroides papilar y el cáncer de tiroides folicular en estadios I y II puede incluir los siguientes procedimientos:
Cáncer de tiroides papilar y folicular en estadio III El tratamiento del cáncer de tiroides papilar y el cáncer de tiroides folicular en estadio III es habitualmente tiroidectomía total. También se puede extirpar el cáncer que se diseminó por afuera de la tiroides, así como los ganglios linfáticos que contienen cáncer. Se puede administrar yodo radiactivo o radioterapia externa después de la cirugía.
Cáncer de tiroides papilar y folicular en estadio IV El cáncer de tiroides papilar y el cáncer de tiroides folicular en estadio IV que se diseminó solo hasta los ganglios linfáticos a menudo se puede curar. Cuando el cáncer se diseminó hasta otras partes del cuerpo como, por ejemplo, los pulmones y los huesos, el tratamiento generalmente no cura el cáncer, pero puede aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. El tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Cáncer de tiroides medular El tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Cáncer de tiroides anaplásico El tratamiento puede incluir los siguientes procedimientos:
Opciones de tratamiento para el cáncer de tiroides recidivante El tratamiento del cáncer de tiroides recidivante puede incluir los siguientes procedimientos:
Cirugía
La cirugía es el principal tratamiento del cáncer de tiroides. Hay varios tipos:
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Las principales complicaciones de la cirugía del tiroides son: el hipotiroidismo, es decir, una función demasiado baja de la glándula, por lo que es posible que el paciente precise tratamiento oral con hormonas tiroideas de por vida; la parálisis de cuerdas vocales; y la extirpación accidental de las glándulas paratiroides (localizadas detrás de la glándula tiroides), lo que da como resultado una bajada del calcio sanguíneo (por que las glándulas paratiroides regulan el calcio); la hemorragia y las infecciones de la herida.
Tratamiento con yodo radiactivo
El tiroides absorbe casi todo el yodo de la sangre, por lo que el yodo radiactivo (I-131) puede destruir la glándula tiroides sin afectar al resto del organismo. Es el tratamiento recomendado como tratamiento complementario tras extirpar el tiroides y también cuando el cáncer de tiroides se ha propagado fuera del cuello a otras partes del cuerpo.
El I-131 puede utilizarse a dosis altas en algunos cánceres papilares o foliculares localizados. Se administra de una vez en forma de cápsula; irradiando directamente el tejido tiroideo, destruyéndolo. A las pocas semanas el yodo radiactivo desaparece del cuerpo. Para que este tratamiento sea más eficaz, se suele suspender el tratamiento hormonal de hormona tiroidea 4 ó 5 semanas antes, aunque esto puede provocar un hipotiroidismo. Los efectos secundarios de este tratamiento son escasos, en forma de molestias en el cuello y boca seca, y se recomienda que las mujeres en edad fértil eviten un embarazo dentro del primer año de este tratamiento.
Tras la cirugía del tiroides o su ablación con yodo radiactivo, suele ser necesaria la reposición de las hormonas tiroideas con la hormona sintética levotiroxina. La hormona tiroidea también se debe utilizar como tratamiento ya que niveles altos de esta hormona disminuye los niveles de otra hormona TSH (hormona estimulante de tiroides); estos niveles bajos de TSH resultan eficaces para controlar el cáncer de tiroides.
Terapia Hormonal Tras la cirugía del tiroides o su ablación con yodo radiactivo, suele ser necesaria la reposición de las hormonas tiroideas con la hormona sintética levotiroxina. La hormona tiroidea también se debe utilizar como tratamiento ya que niveles altos de esta hormona disminuye los niveles de otra hormona TSH (hormona estimulante de tiroides); estos niveles bajos de TSH resultan eficaces para controlar el cáncer de tiroides.
Quimioterapia
La quimioterapia NO es muy eficaz contra el cáncer de tiroides, aunque, en ocasiones, es necesaria porque no han tenido éxito otros tratamientos. Hay diferentes fármacos en investigación para mejorar la eficacia de la quimioterapia..
Radioterapia
La radioterapia es el empleo de radiaciones ionizantes para el tratamiento, local o locorregional, de determinados tumores que emplea rayos X con altas dosis de irradiación. Durante todo el tratamiento, el paciente ha de permanecer inmóvil y mantener la misma postura. Es frecuente, que próximo a la zona del tumor se encuentren determinadas estructuras importantes como la tráquea, la medula espinal, los pulmones, el corazón, entre otros. Para administrar la radiación con una precisión elevada y evitar que los tejidos sanos que rodean al tumor reciban más dosis de la tolerada, se utilizan sistemas de inmovilización muy precisos para que permitan la administración de la radiación con gran exactitud. Habitualmente, para realizar el cálculo de la dosis que va a recibir tanto el tumor como los tejidos sanos de alrededor del mismo, es necesario realizar una tomografía de localización, cuyas imágenes se introducen en la computadora, donde se determina el volumen de tratamiento. Antes de la realización de la tomografía se determina el sistema de inmovilización más adecuado para cada paciente según la técnica que se vaya a aplicar. Los más empleados son una máscara de material termoplástico que se adapta al contorno del paciente. Una vez realizada la planificación, estos sistemas de fijación permiten su reproducción diaria en la sala de tratamiento. ¿Dónde se realiza el tratamiento con radioterapia? Si se administrara toda la dosis de radiación en una única sesión se producirían daños muy serios en los tejidos. Para minimizar estos efectos secundarios, la dosis total de radiación se fracciona, repartiéndose en un número determinado de sesiones y días. El fraccionamiento estándar consiste en administrar una sesión al día durante cinco días a la semana descansando dos, generalmente sábados y domingos. Para su administración no es necesario estar ingresado, puede acudir al hospital para el tratamiento y una vez finalizado volver a su casa. ¿Cuánto dura el tratamiento? Diariamente, cada sesión dura sólo unos minutos (quince aproximadamente). El tiempo real de irradiación dura unos segundos. Una vez finalizado el tratamiento diario, puede estar en contacto con otras personas, ya que no emite ningún tipo de radiactividad. Sus relaciones sociales, laborales y familiares no tienen por qué verse afectadas mientras dure el tratamiento. Efectos secundarios: La radioterapia, al mismo tiempo que elimina células enfermas, puede afectar a los tejidos sanos cercanos al área de tratamiento y como consecuencia aparecen efectos secundarios en la zona que ha recibido el tratamiento. Estos efectos son difíciles de prever con exactitud, ya que dependen de múltiples factores como la zona del organismo donde se realiza el tratamiento, la dosis, el fraccionamiento y la susceptibilidad individual de cada persona. En algunos casos se producen efectos mínimos, mientras que en otros son más serios y es necesario administrar tratamiento médico para su control.. |