Cáncer que se forma en tejidos de la vesícula biliar. La vesícula biliar es un órgano en forma de pera, que se encuentra debajo del hígado, que recolecta y almacena la bilis (líquido elaborado por el hígado para digerir las grasas). El cáncer de vesícula biliar comienza en la capa interna de tejido y se disemina a través de las capas externas mientras crece. El carcinoma de la vesícula biliar es un tumor relativamente raro, suponiendo el 5º de los tumores gastrointestinales. La mayoría de los carcinomas de la vesícula biliar son adenocarcinomas. Son raros otros tipos histológicos de tumores como los de células pequeñas indiferenciados, escamosos, sarcomas o incluso linfomas. El factor pronóstico más importante es el grado de extensión del tumor, según la clasificación en estadios que se ha descrito en el apartado anterior. Así un tumor en estadio I puede curarse, mientras que la supervivencia a los 5 años en el estadio II es ya inferior al 10% y prácticamente nula en el estadio IV. Opciones de Tratamiento
Cáncer de la vesícula biliar localizado
El tratamiento del cáncer de vesícula biliar localizado puede incluir los siguientes procedimientos:
Cáncer de la vesícula biliar inoperable
El tratamiento del cáncer de vesícula biliar inoperable puede incluir los siguientes procedimientos:
Cirugía
El tumor en estadio I, localizado en la vesícula biliar, es resecable quirúrgicamente, si el paciente se encuentra en condiciones físicas para someterse a esta intervención. Este es el único estadio en el que el tumor puede ser curable mediante la extirpación quirúrgica. Pero desafortunadamente esta situación solo supone del 10 al 30% de los casos.
Quimioterapia
La quimioterapia puede administrarse en concomitancia con la radioterapia en la enfermedad localmente avanzada. En esta situación el fármaco más utilizado y estudiado es el 5-Fluorouracilo. |
Radioterapia El carcinoma de la vesícula biliar tiene un patrón de diseminación locorregional por lo que un tratamiento local como la radioterapia puede tener un papel importante en esta enfermedad. Cuando el tumor sobrepasa los límites de la vesícula biliar o es irresecable la radioterapia puede administrarse como tratamiento paliativo. Actualmente se contempla también que la radioterapia puede mejorar las posibilidades de control local de la enfermedad tras una cirugía completa en enfermedad locálmente avanzada, pero este enfoque terapéutico aun está bajo investigación mediante ensayos clínicos. Planificación del tratamiento con RT: Durante todo el tratamiento, el paciente ha de permanecer inmóvil y mantener la misma postura. Es frecuente, que próximo a la zona del tumor se encuentren determinadas estructuras importantes como la medula espinal, el hígado, el estomago, el páncreas, entre otros. Para administrar la radiación con una precisión elevada y evitar que los tejidos sanos que rodean al tumor reciban más dosis de la tolerada, se utilizan sistemas de inmovilización muy precisos para que permitan la administración de la radiación con gran exactitud. Habitualmente, para realizar el cálculo de la dosis que va a recibir tanto el tumor como los tejidos sanos de alrededor del mismo, es necesario realizar una tomografía de localización, cuyas imágenes se introducen en la computadora, donde se determina el volumen de tratamiento. Antes de la realización de la tomografía se determina el sistema de inmovilización más adecuado para cada paciente según la técnica que se vaya a aplicar. Una vez realizada la planificación, estos sistemas de fijación permiten su reproducción diaria en la sala de tratamiento. ¿Dónde se realiza el tratamiento con radioterapia? Si se administrara toda la dosis de radiación en una única sesión se producirían daños muy serios en los tejidos. Para minimizar estos efectos secundarios, la dosis total de radiación se fracciona, repartiéndose en un número determinado de sesiones y días. El fraccionamiento estándar consiste en administrar una sesión al día durante cinco días a la semana descansando dos, generalmente sábados y domingos. Para su administración no es necesario estar ingresado, puede acudir al hospital para el tratamiento y una vez finalizado volver a su casa. ¿Cuánto dura el tratamiento? Diariamente, cada sesión dura sólo unos minutos (quince aproximadamente). El tiempo real de irradiación dura unos segundos. Una vez finalizado el tratamiento diario, puede estar en contacto con otras personas, ya que no emite ningún tipo de radiactividad. Sus relaciones sociales, laborales y familiares no tienen por qué verse afectadas mientras dure el tratamiento. Efectos secundarios: La radioterapia, al mismo tiempo que elimina células enfermas, puede afectar a los tejidos sanos cercanos al área de tratamiento y como consecuencia aparecen efectos secundarios en la zona que ha recibido el tratamiento. Estos efectos son difíciles de prever con exactitud, ya que dependen de múltiples factores como la zona del organismo donde se realiza el tratamiento, la dosis, el fraccionamiento y la susceptibilidad individual de cada persona. En algunos casos se producen efectos mínimos, mientras que en otros son más serios y es necesario administrar tratamiento médico para su control.. |